Tras varios meses de espera y de polémica, Moncloa se ha pronunciado vía Boletín Oficial del Estado y Repsol supera así el último paso necesario para poder iniciar las labores de sondeo en busca del oro negro en Canarias.
El Ministerio de Industria ha dado luz verde a Repsol para la ejecución de dos perforaciones en el subsuelo marino canario, durante los próximos tres años. Estas se ubicarán a 50 kilómetros de la costa, en 2 de las 9 zonas de prospección , que se encuentran, todas ellas, en la costa oriental de Fuerteventura y Lanzarote. Chirimoya y Sandía son los peculiares nombres de estas perforaciones que tendrán lugar en el sector 3 y 4, respectivamente.
De obtener la compañía resultados positivos, se autorizaría una tercera perforación, esta vez llamada Zanahoria, y perteneciente al sector 4. Para ello, Repsol empleará una unidad de posicionamiento dinámico (un barco), el Rowan Renaissance, con capacidad de perforación cercana a los 12.000 metros de profundidad.
Las obras tendrán lugar el próximo mes de octubre, según han anunciado la empresa y el Gobierno, y será necesario esperar al primer trimestre del siguiente año para conocer el resultado de las mismas.
Los requisitos que tendrá que cumplir la petrolera, y anunciados también en el BOE, son varios, a destacar tres. Todas las responsabilidades ante cualquier fallo caerán sobre la compañía petrolífera, para lo cual se le exige la suscripción de un fondo de responsabilidad civil de al menos 40 millones de euros que cubra posibles daños. A su vez, tendrá que hacer lo propio con otro que cubra daños ambientales y cuya dotación será de 20 millones de euros. Finalmente, tendrá que instalar una estación de control sísmico para que en caso de producirse terremotos (algo habitual en estas perforaciones) de magnitud superior a 4,5 grados en un radio de 75 kilómetros, detenga los trabajos.
Fuente: Europaxpress.es