Ahora cada país decidirá sobre el uso de semillas en su territorio


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Europa renuncia sobre unificar la política de cultivos transgénicos

Ahora cada país decidirá sobre el uso de semillas en su territorio

España se encuentra a la cabeza de la producción en donde los cultivos modificados genéticamente son muy comunes, es por ello que dentro del país  la distribución es bastante desigual y se centra en el valle del Ebro y algunas zonas de Extremadura y Andalucía. El destino de este maíz “como el del no modificado”, resalta Vicente— es la producción de piensos, aunque la autorización europea, que data de 1998, incluye también el consumo humano.

Miranda, del Ministerio de Agricultura, no ha ocultado que el objetivo que ha perseguido España en las negociaciones ha sido que se desbloqueara la aprobación de los permisos para los nuevos cultivos que ya cuentan con el aval de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria. Cinco de esas autorizaciones llevan años a la espera de una decisión de la Comisión Europea, ha apuntado Carlos Vicente, de Monsanto. Pero la división de opiniones entre los países hace que no exista una mayoría suficiente para aprobar o rechazar esos nuevos permisos que están en cola.


Los cambios introducidos ahora en la directiva sobre cultivos permitirán que cualquier Estado pueda vetar un transgénico en su territorio. Y autoexcluirse del proceso de autorización, añade Miranda. El problema es que no se ha establecido que los países que se autoexcluyan queden fuera de las votaciones sobre nuevos permisos, ha resaltado este cargo de Agricultura. Es decir, los Estados que decidan vetar un cultivo modificado en su territorio podrían seguir decidiendo sobre las autorizaciones que afectan a otros países favorables al uso de las semillas transgénicas. El bloqueo a los permisos se podrá mantener, ha indicado Miranda.


El debate entre los pro y los antitransgénicos está lejos de concluir, ha apuntado el eurodiputado liberal belga Frédérique Ries, ponente de la legislación durante su tramitación parlamentaria. Este acuerdo permitirá más flexibilidad para los Estados miembros, ha añadido. Entre los grandes países de la UE las posiciones se dividen entre los favorables a este tipo de cultivos (Reino Unido y España) y aquellos que se oponen a su desarrollo (Alemania y Francia).


Greenpeace, al igual que Ecologistas en Acción, ha interpretado que los cambios introducidos permitirán que algunas comunidades autónomas cumplan su deseo de vetar los transgénicos. Animamos a las comunidades autónomas a seguir los pasos del País Vasco y solicitar la prohibición de estos cultivos en su territorio, ha sostenido Greenpeace. El Ministerio de Agricultura recuerda que las autorizaciones para cultivos son competencia estatal.