Investigaciones reflejan que las personas con menor nivel de formación académica envejecen con mayor rapidez.
Existen varias razones para estudiar, un gran beneficio de ello como lo muestran distintos estudios es que las personas con una formación académica envejecen más lento. Lo que sucede es que los telómeros en los cromosomas del ADN son más largos en las personas con mayor nivel de estudios, en cambio, al ser más cortos hay un indicio de envejecimiento prematuro.
Un estudio de la Fundación Británica del Corazón y el Consejo de Investigaciones Médicas (MRC) de Reino Unido realizado a más de 450 hombres y mujeres de entre los 50 y 75 años de edad aproximadamente, mostró que los niveles menores de estudios estaban ligados a telómeros más cortos sin que intervengan factores como edad, género y problemas de salud. Así como ingreso económico y tipo de empleo.
La conclusión a la que se ha llegado es que el envejecimiento depende de varios factores, básicamente de los primeros diez años de nuestras vidas, entre ellos la educación. Estos factores son los que tienen efectos a largo plazo. Además, hay la posibilidad de que las personas con estudios superiores estén más preparadas para enfrentarse a los problemas y al estrés.