La telemedicina permite el seguimiento continuo de pacientes con enfermedades crónicas.
Las nuevas tecnologías como la PDA (Programa Asistencial a Distancia) e Internet permiten a los pacientes crónicos tener un contacto continuado con sus equipos médicos de referencia en el hospital o en la atención primaria, lo cual les ayuda a un mejor control de su enfermedad.
Se ha constatado que gracias a ellos los enfermos están más satisfechos, sufren menos agudizaciones, acuden un menor número de veces a urgencias y, cuando ingresan en el hospital, están menos tiempo. Estas son razones suficientes para que este modelo asistencial sea la norma y no la excepción en el futuro.
Hasta ahora las personas, cuando sufrían un empeoramiento de su enfermedad acudían al hospital, a través de urgencias, donde se les ingresaba, se les estabilizaba y se les daba de nuevo el alta. Después se perdía toda relación con ellos hasta la siguiente agudización, mientras que ahora se mantiene una colaboración con la atención primaria para realizar una supervisión continuada de los pacientes, a fin de evitar que su patología se agudice o que, al contrario, acudan de forma precoz al centro hospitalario informa Santiago Rabanal, gerente del Hospital de Galdakao-Usansolo en Biskaia, uno de los centros pioneros en estos programas.
Para formar parte de este programa, tanto el paciente como su acompañante asisten primero a una charla. Se les proporciona información acerca de las características de su enfermedad y de las herramientas que se les facilitarán, como un miniorganizador digital, para mantener el contacto continuado con su equipo sanitario. En este pequeño ordenador, el paciente debe registrar todos los días una serie de constantes que le llegan al médico (de atención primaria o del hospital, que trabajan de forma estrecha y coordinada), para que este pueda saber si está descompensado o no, gracias al encendido de unas alarmas verdes, naranjas o rojas.
Rabanal declara que el 94% de pacientes dice que no es nada complicado el manejo de la PDA. Es un sistema muy sencillo en el que solo hay que aprender tres o cuatro funciones y en la práctica no es difícil de usar.
Según encuestas más del 90% de los pacientes adheridos manifiestan estar satisfechos y aprecian una mayor calidad de los servicios que reciben.
Además, gracias a la telemedicina, los pacientes crónicos -que frecuentemente se cansan de su tratamiento y a veces olvidan alguna toma o dejan de tomarlo- se responsabilizan más de su enfermedad y cumplen mejor sus tratamientos, comenta Rabanal.
Gracias a los resultados, poco a poco, se prevé implantar este modelo asistencial a distancia en todas las áreas de la medicina donde haya pacientes crónicos.
Otro programa novedoso atiende a pacientes con trastornos alimentarios, en concreto, con anorexia. A través de Internet, un psiquiatra participa en directo con sus pacientes y modera las terapias grupales. Esta iniciativa ha ganado el Premio Mundo Sanitario Barea al mejor proyecto de Internet.