El coworking, muy popular en Estados Unidos, va ganando cada vez más adeptos en Europa por sus innumerables ventajas.
El 'coworking' es una innovadora manera de trabajar que permite compartir oficina con otros profesionales que no pertenecen a la misma empresa ni sector. Al igual que muchas personas se deciden a compartir piso, cada vez son más los empresarios que optan por la fórmula del 'coworking' como una manera de compartir gastos y establecer sinergias con otras PYMES.
El compartir el mismo espacio puede tener diversas ventajas, como que los gastos de nuestras facturas bajen notablemente. Desde luego, el ahorro de costes de compartir el mantenimiento de una pequeña estructura es evidente, pero además es posible establecer colaboraciones, traspasar contactos y clientes, intercambiar experiencias y consejos con el resto de empresarios del mismo espacio.
Y lo más importante, se logra un entorno laboral que cuenta con infraestructuras más profesionales que los recursos caseros del teletrabajador tradicional, ya que la mayoría de los espacios de cotrabajo disponen de salas de reunión, material audiovisual, fotocopiadoras y otros recursos de oficina que no suele haber en el hogar.
Esta iniciativa deja atrás la típica estructura de oficina tradicional y presenta construcciones funcionales, flexibles, pintorescas y con muchos diseños para fomentar la total comodidad de aquellos que trabajan freelance. Además, estos habitantes itinerantes gozan de horarios flexibles y total individualidad para realizar sus tareas.
La tendencia de las oficinas compartidas surgió en Estados Unidos y día a día se está instalando en nuestro país como una alternativa para las personas que no poseen los recursos para alquilar una oficina propia, para los que viajan constantemente y no tienen permanencia fija en la ciudad o para aquellos que necesitan compañía para motivarse y trabajar.
La fórmula es bien sencilla: un espacio comunitario y multidisciplinar donde personas de diferentes ámbitos desempeñan individualmente su actividad laboral. Para muchos cotrabajadores, es la combinación ideal entre una oficina y el ambiente que se respira en una cafetería.
El perfil mayoritario que participa en este tipo de espacios es el de un profesional autónomo o un teletrabajador de empresas que, hasta iniciarse en el 'coworking', trabajaba desde su domicilio. Huyendo del engorro de instalar el despacho en casa, muchos ven en el cotrabajo la solución más económica y sencilla para disponer de su propio espacio profesional.
En cuanto a su precio, las tarifas se adaptan a todo tipo de usuarios, aunque el gasto medio mensual ronda los 300 euros. Con el pago de este dinero al mes, se cubren todos los gastos de luz, alquiler, teléfono e Internet, aunque en algunos casos se contemplan otro tipo de modalidades.