Ser un buen jefe es algo que preocupa a todos. Según las encuestas, tan sólo el 14% de los empleados quiere ser jefe. ¿Por qué será?
Según una encuesta de Randstad , una de las empresas de trabajo temporal más utilizadas en España, los empleados no quieren ser jefes. Están bien como están y no quieren moverse. Estas encuestas, realizadas a personas en más de 25 países concluyen que tan sólo el 14% de los empleados querrían ocupar altos cargos en la empresa y tener a su cargo a otras personas.
El motivo podría deberse a que la mayoría de los empleados se encuentra agusto con su puesto de trabajo y a la presión ejercida sobre los altos mandos, cosa que no aguantan de igual manera todos los empleados. Debido a la crisis económica, se ha incrementado la presión sobre los directivos pero ha decrecido el reconocimiento de su labor, por lo que no todos están dispuestos a asumir el control.
A pesar de las posibles mejoras de salario, el liderazgo frena los deseos de convertirse en jefe. Ser un buen líder, saber motivar e interceder entre los trabajadores no es una tarea que quiera asumir todo empleado, y hay que estar preparado para resolver situaciones complicadas en el ámbito laboral, que en la mayor parte de los casos trasciende a nivel personal.
Sin embargo, a pesar de las reticencias para convertirse en jefes, la situación actual exige la presencia de personas que estén dispuestas a asumir este papel y a tomar decisiones, unas veces acertadas o no. La tendencia actual nos indica que las mayores virtudes de un buen jefe son el coaching, la capacidad de motivar y entender a sus empleados, además de otras como la de tener la capacidad de mediar en situaciones conflictivas .
¿Y tú? ¿Tienes alma de jefe?, prepárate para ser un jefe de los de hoy en día, con aptitudes y actitudes propias de su puesto.
Fuente: Expansión y Empleo