El cambio climático nos ha llevado a que en la actualidad se realicen diseños arquitectónicos que ayuden a que aminore el impacto ambiental.
El calentamiento global es un fenómeno provocado por el aumento de la concentración del dióxido de carbono (CO2) que viene del uso de los combustibles fósiles. Este problema es cada vez más preocupante ya que ha ido avanzando causando el derretimiento del hielo de los polos y el crecimiento del nivel de los océanos. Esto nos traería consecuencias graves a corto y largo plazo.
Por esta razón, el cambio climático ha hecho que pensemos en formas que nos permitan actuar de manera distinta para la protección del medio ambiente. Para esto, los arquitectos ahora proponen diseños de edificaciones que sean adecuados para el entorno, que aprovechen los recursos renovables y así aminorar el impacto ambiental. Este tipo de arquitectura se llama Arquitectura Bioclimática.
Un ejemplo de esta clase de arquitectura es el diseño de Alexander Remizov, un arquitecto ruso quien diseñó un hotel flotante llamado ”El Arca”. Este hotel está hecho de madera, acero y plástico, flota de manera autónoma y puede soportar fenómenos meteorológicos de todo tipo. Otro aspecto de este edificio es un agujero que tiene en el centro que al atravesar el viento genera energía eólica, también contiene paneles solares para la captación del calor y sistemas que acumulan hidrógeno. Tiene la función de ser un refugio para hasta diez mil personas ante una catástrofe por ser independiente de las subidas del nivel del mar.
En conclusión, la Arquitectura Bioclimática es importante para ayudar a frenar los problemas ecológicos que el ser humano ha ocasionado y para aprovechar los recursos renovables de una mejor manera.