La educación del futuro no sólo se basa en conocimientos sino en la adquisición de habilidades y competencias necesarias para el buen desarrollo profesional. Es tiempo de aprender a aprender.
Casi siete millones de puestos de trabajo nuevos. Estos son los empleos que se generarán en la Unión Europea en los próximos 10 años. Si se suman además las vacantes que dejarán los que se jubilan durante este período, en 2020 habrá 80 millones de 'oportunidades laborales' en la Europa de los 27.
Según un estudio, en España se centralizarán más de 7 millones de empleos, para los que la demanda de profesionales altamente cualificados será mucho más destacada que en la actualidad.
La pregunta del millón es si Europa estará preparada para cubrir la demanda formativa que se plantea en los próximos años, y si conseguirá adaptar la oferta educativa a las exigencias de empresarios y trabajadores, que se ven obligados a actualizarse a la fuerza para poder mejorar en su profesión. Según el resultado de la conferencia celebrada en Barcelona el pasado mes de abril, en la que altos cargos directivos de nuestro país se reunieron para debatir sobre el futuro laboral, 'habrá más empleos para los mejor cualificados'.
Ante un mercado laboral en constante evolución, y marcado por la tendencia al conservadurismo en países mediterráneos, es necesario innovar y aprender a aprender. La educación es fundamental para modificar nuestra situación laboral actual y constituye las bases de todo progreso económico, personal y profesional. No se trata de generar un tipo concreto de administrativo, sino profesionales con habilidades administrativas, de idiomas, de trabajo en equipo, de conocimientos de nuevas tecnologías ... Competencias que encajen en labores diferentes y que permitan que la vida laboral del ciudadano vaya mutando según varíe el mercado laboral.
Sin embargo, tampoco hay que abogar por una especialización en determinadas áreas de estudio, o perfiles profesionales específicos, sino que se trataría de mejorar en todos los puestos, sea del sector que sea, para hacer posible que las posibilidades laborales mejoren para todos los trabajadores.
Más vale prevenir...
Ya lo dice el refrán, más vale prevenir que curar; por tanto hay que trabajar para estudiar las tendencias del mercado y determinar hacia qué lado inclinarse para hacer frente a las novedades y cambios que se producirán en el mercado laboral de los próximos 10 años. Con la globalización y la facilidad para establecer contacto con otros países gracias al auge de las tecnologías, sectores como el turismo se vieron relanzados. Sin embargo, la nube de ceniza está poniendo de manifiesto las carencias de infraestructuras y servicios de este sector, y se está produciendo una demanda de profesionales relacionados con el medio ambiente , que logren dar explicación o a satisfacer las necesidades básicas en cuanto a desastres naturales se refieren.
El mundo cambia, y las previsiones cambian con él. 'Pero las estimaciones sirven como hoja de ruta. Dejan ver la tendencia de los sectores agregados y los cambios de tendencia'.
Y si esta información a medio y largo plazo sobre los movimientos del mercado laboral se mezcla con nuevas tecnologías (la última gran pista en la que se hizo hincapié en la conferencia), se obtiene la fórmula mágica: el que busca trabajo o está terminando su formación inicial podrá saber qué competencias necesita el mercado a medio y largo plazo, y buscar herramientas para obtenerlas. O al menos en eso confían en la UE.
Fuente: Elpais.com