El aula es un espacio donde interactuan diferentes conductas y personalidades que fácilmente entran en confilcto. Los profesores cada vez más necesitan recursos y formación adecuada para resolver situaciones difíciles en clase.

Una de las principales preocupaciones de los educadores es la indisciplina dentro del aula. Por ello, los profesores han puesto todo su tesón y esfuerzo para que se cumplan las normas establecidas, haya respeto mutuo dentro del aula y un cierto control en la educación de los estudiantes. Dada esta polémica actitud de los estudiantes, el profesorado ha tenido que especializarse con cursos en los que les ayuden a resolver las situaciones problemáticas en el aula.
El conflicto supone un estadio más dentro del proceso de aprendizaje, en el cual se exponen una serie de ideas surgiendo opiniones contrarias. Sin embargo, es frecuente ver en los medios de comunicación situaciones de conflicto escolar en las que esta palabra es sinónimo de violencia, falta de respeto, agresiones tanto verbales como físicas, con las que los profesores han de lidiar en clase . Los factores que provocan estos conflictos son diversos, así como los agentes que intervienen en el proceso educativo.
Los alumnos conflictivos presentan un perfil pasivo, habitualmente están poco motivados y con situaciones personales adversas (falta de cariño y atención de los padres, un entorno poco alentador, dificultad de integración dentro de un grupo, etc), aunque también puede darse el caso de factores relacionados con el propio proceso de aprendizaje (déficit de atención, dificultades de aprendizaje, patologías asociadas al aprendizaje, etc).
Los padres también influyen de manera decisiva en la educación de los hijos, y en muchas ocasiones se suele cumplir el refrán 'de tal palo, tal astilla', encontrándonos con padres que no motivan a sus hijos, padres con poca autoridad que son más amigos de sus hijos que un modelo de referencia, progenitores que desvirtúan la labor de los docentes, haciendo más complejo el proceso de adaptación del alumno.
Los educadores también representan un papel importante en este escenario. El profesor ha de ser cercano a los alumnos, pero sin ser vulnerable, manteniendo siempre una postura en la que se refuerce su liderazgo y se sepa imponer ante los alumnos en situaciones pertinentes.
Para poder solventar todos estos problemas dentro del aula, y dada la frecuencia de casos de 'bullying' o acoso escolar, los educadores han de estar concienciados y preparados para afrontar tensiones dentro del aula, facilitando el diálogo entre los alumnos, educando a los estudiantes en valores que han de ser reforzados por los padres y otros elementos de la sociedad, para evitar que situaciones violentas dentro del centro escolar se repitan nuevamente. Asimismo, hay que educar en el autocontrol, el respeto mutuo y fomentar un aprendizaje cooperativo, haciendo que cada estudiante se sienta integrado dentro del aula y de la dinámica de la clase.
Es una difícil tarea para todos, educadores, padres y alumnos, pero no es algo impensable, la clave está en el respeto y la educación.