Según los expertos, los nuevos empresarios suspenden en planificación y conocimientos a la hora de ejecutar su idea de negocio.
Según Carmen Ayllón , directora del área de apoyo a empresas del Consejo de Cámaras de Comercio, el índice de fracasos empresariales continúa siendo muy elevado –el 70% de las firmas fracasa antes de los 4 ó 5 años de vida, debido principalmente a ' la falta de planificación y de conocimiento. No investigan previa y objetivamente sobre el mercado y el producto'.
Aunque paradójicamente, el tejido empresarial de nuestro país esté compuesto por pymes, aún tienen que mejorar notablemente. Sobre todo, tienen que invertir más tiempo en estudios de mercado para analizar el comportamiento del consumidor así como las diferentes estrategias comerciales y de gestión que utiliza la competencia.
Fernando Trías de Bes, escritor y profesor asociado de Esade , considera que en España se concede excesiva importancia a la idea, mientras que en los países anglosajones se concentran en el modelo de negocio. 'Existe la creencia de que con una idea original y sorprendente ya tienes asegurado el éxito, cuando lo fundamental y lo que va a contribuir a la consolidación y crecimiento de la compañía es cómo poner en valor esa idea y cómo ejecutarla'.
La innovación y la creatividad son sin duda valores a tener en cuenta por los nuevos empresarios, pero no deben descuidar sectores básicos, y han de centrarse más en la forma de gestionar la actividad empresarial que en revolucionar el mercado.
Tras las primeras trabas, los emprendedores tienen que asumir nuevos retos, que incluyen desde la producción, la diversificación del producto, incorporación de nuevos clientes o fidelización de los ya conseguidos pasando por un aumento de la plantilla y gestión laboral.
Todo ha de estar convenientemente planificado y distribuido entre los integrantes de la pyme para que no haya lugar a errores y no se pierda lo más importante a la hora del día a día del emprendedor: la ilusión y la motivación.