En los tiempos que corren solo la innovación puede significar incrementos inéditos en la rentabilidad.
La innovación digital no se refiere simplemente a una estrategia novedosa de tecnología de la información sino a una nueva manera de hacer negocios, comunicarse con clientes y proveedores y motivar a colaboradores. La nueva infraestructura digital se refiere a muchas cosas incluyendo la Internet, las redes móviles y las redes sociales que ya han impactado a muchas industrias que llevaban décadas sin cambios profundos.
Significa más que adoptar una nueva tecnología. Requiere un análisis profundo de la dinámica competitiva de su industria para sacar nuevas conclusiones sobre cómo satisfacer las necesidades de sus clientes actuales y potenciales. En otras palabras, las personas de negocio deberán liderar el proceso (ojalá en equipo con personas conocedoras de las nuevas herramientas digitales) de análisis y proponer nuevos modelos de negocios con nuevos flujos de información para crear nuevos espacios de rentabilidad para la compañía.
Una de las premisas para orientar una organización a la innovación es la de fijarse en la actitud. Se trata de cambiar la actitud del líder para incentivar a los empleados a que piensen y actúen diferente.
El miedo al fracaso, a la crítica o a la incertidumbre es uno de los mayores censores de ideas en los equipos. Las personas tienen tanto miedo de las consecuencias que no exploran adecuadamente propuestas innovadoras para afrontar sus problemas.
Provocar y organizar motivos de encuentro y celebración informales, sin jerarquías, como personas, de igual a igual, contribuye en gran medida a expandir la cultura de la nueva actitud en toda la organización. Una vez que el movimiento haya alcanzado suficiente masa crítica y arrastre un caudal creciente de gente que se sume al mismo, el resto se integrarán rápidamente en la nueva corriente contribuyendo de igual modo con sus aportaciones.
No debemos olvidar que vivimos en una economía digital sujeta a un estado de cambio permanente. Las empresas que no se adaptan e innovan hoy, irán quedándose atrás poco a poco hasta dejar de ser competitivas y desaparecer. Osea que, lo que hoy funciona, puede quedar obsoleto mañana.
La innovación es convertir el conocimiento y las ideas en nuevos o mejores productos, servicios o procesos para ganar una ventaja competitiva en el mercado. La innovación digital, no es más que hacer eso de forma abierta y mucho más rápida debido a las nuevas tecnologías, las redes sociales y la web 2.0.
La gestión de la innovación digital, o si se prefiere el “digital innovation management” es un método de trabajo para impulsar la innovación desde dentro de la empresa, teniendo como referencia todo lo que sucede a su alrededor. Esto incluye lo que sucede en Internet, las conversaciones en los medios sociales de los clientes actuales, potenciales, empleados, competidores, etc. Las buenas ideas, son capturadas, evaluadas, desarrolladas e integradas de forma abierta, rápida y rentable con la ayuda de un equipo externo subcontratado.
Hay empresas rentables que siguen ignorando el potencial para diferenciarse a través de la innovación digital aunque, la mayoría de estas son cada día menos rentables. Para los jugadores que decidan aprovechar la innovación digital, las opciones competitivas pueden crecer exponencialmente.