
La Unión Europea lanza un proyecto para que ecología, sostenibilidad e informática trabajen juntas por un objetivo común: lograr el mejor resultado minimizando el impacto ambiental
El gran reto del siglo XXI es lograr un equilibrio entre desarrollo y medio ambiente. Las políticas proteccionistas con el entorno llegan a todos los ámbitos de la sociedad, y desde luego la tecnología no podía quedarse al margen. Las TIC están plenamente integradas en nuestra vida cotidiana, y no es de extrañar ver a niños manejando las tablets sin problemas, o a nuestros padres manejando el último smartphone del mercado.
El sector de las nuevas tecnologías es uno de los que más han evolucionado, pero también uno de los más irrespetuosos con el medio. La Unión Europea ha lanzado un proyecto llamado Excess, dirigido desde la universidad de Chalmers, en Suecia, por el que se crearán nuevos modelos con paradigmas de computación eficientes, lo que permitirá un importante ahorro energético de los sistemas informáticos.
La investigación seguirá un enfoque integral que incluya al mismo tiempo tanto aspectos de hardware como software, abriendo así más posibilidades para abordar con éxito el problema de la eficiencia energética, al tiempo que se descubren soluciones innovadoras.
Entre las áreas a investigar se encuentra la de la tecnología móvil que tendrá que mejorar su nivel de batería, la de la computación, cuyo objetivo es mejorar la capacidad de respuesta, o los servidores de ordenador, que necesitarán mejorar la potencia necesaria para operar.
De esta forma, se pretende fomentar el ahorro energético, creando sistemas más eficientes e inteligentes, y crear nuevos modelos que permitan la optimización integral en todas las capas del sistema informático. Funcionarían como un puente, al apoyarse en cuatro 'pilares': unificar modelos de programación para la optimización energética, crear librerías y algoritmos de eficiencia, ejecutar análisis energéticos y simuladores de hardware para el mismo fin.