
La AACSB (Association to Advance Collegiate Schools of Business) ha decidido implantar nuevos estándares de acreditación en las escuelas empresariales de todo el mundo para destacar la importancia de éstas en el panorama educativo actual.
La formación es necesaria para conseguir destacar frente a los competidores, pero no basta con formarse, hay que hacerlo con los mejores.
Para las Escuelas de Negocios obtener una acreditación supone un gran prestigio y proyección Internacional. Por otro lado, fracasar en un proceso de acreditación provocará exactamente el efecto contrario, tal es la puesta en evidencia ante el colectivo académico y empresarial de carencias graves de índole docente, con el desprestigio que ello supone.
El pasado 8 de abril la AACSB (Association to Advance Collegiate Schools of Business) aprobó una serie de nuevos estándares de acreditación para las escuelas de negocio de todo el mundo, a fin de redefinir el futuro de la formación en gestión, así como a cubrir necesidades de la empresa y la sociedad.
Después de sendas reuniones donde las principales escuelas de negocios norteamericanas, que son las que sientan las bases de actuación para el resto de centros de negocios, llegaron a la conclusión de que había que renovar la formación en materia empresarial para adaptarse a la demanda de la sociedad y a la situación del mercado, desde el punto de vista del estudiante así como del empleador.
El sistema de acreditación de la AACSB es el más antiguo, y el más valorado, aunque ha ido evolucionando con el paso del tiempo. Actualmente dispone de dos acreditaciones: una para las escuelas de negocio y sus MBA, y otra para los programas de contabilidad avanzada.
Contar con estas acreditaciones supone un impulso para la escuela de negocio en el ranking mundial y para el estudiante supone también un trampolín al éxito. Garantía de calidad, buena formación, profesorado cualificado y una visión más plural de la realidad empresarial son sinónimo de estas nuevas acreditaciones.