
La imagen de tus empleados impacta de manera positiva o negativa en la imagen corporativa de tu empresa.
Para tener éxito en los negocios no es suficiente el tener un buen producto o servicio, también es imprescindible que cuentes con una excelente imagen personal y profesional. Queramos o no la imagen también vende.
Varias empresas se ven afectadas positiva o negativamente por la imagen personal y profesional así como por la inteligencia emocional, social y cultural que presenten los individuos que la componen.
La sociedad actual es cada vez más competitiva y exigente. Ofrecer una buena imagen se convierte en una obligación, por ser una herramienta de comunicación imprescindible, tanto en el entorno laboral como en el personal. Recordemos que solo hay una oportunidad de causar una buena primera impresión.
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Lo que piensan los clientes respecto a la empresa se ve influenciado por la opinión que estos tienen acerca de su personal y esa opinión se sustenta no sólo en las actitudes y comportamientos, sino también en la presencia física, en el aspecto y en las múltiples facetas que ofrece la comunicación no verbal. Y ocurre lo mismo dentro de la propia empresa: la opinión que la empresa o sus representantes tienen respecto a sus empleados está condicionada también por el aspecto que estos presentan a diario. No es suficiente con ser un extraordinario profesional, también hay que parecerlo.
Hay sectores dentro de la empresa que tienen que poner mas énfasis en la imagen personal, los comerciales por su relación diaria con clientes deben guardar determinados mínimos en su código de vestimenta.
Hay profesiones que se exponen diariamente a la visualización. Por ejemplo, un notario que a diario está firmando delante de clientes documentación legal, es de suponer que tendría que darle la importancia que merece a la manicura.
El mensaje que enviamos a nuestros clientes tiene un alto componente de percepción primaria que envían nuestros empleados a través varios aspectos tales como:
Su vestimenta, cortes de pelo de mujer y acicalamiento personal.
Su comunicación no verbal: lenguaje corporal, tono de voz, entonación, pausas, etc.
Su contenido: comunicación efectiva y eficaz
No es casual que los resultados de investigaciones hayan determinado que el impacto de la primera buena impresión lo constituyen el 55% de la imagen física, el 38% de su comunicación no verbal y solo el 7% corresponde a la comunicación verbal, eso quiere decir que el 93% de esa comunicación es no verbal, la gran pregunta es ¿Preparamos a nuestros empleados y ejecutivos para enviar una buena primera impresión de primera percepción?
Es en este punto donde el cliente decide si el producto o servicio que ofrece la empresa o institución es confiable o no, y esa decisión se toma en los primeros minutos de interacción con los integrantes de la empresa.
Puedes invertir mucho dinero en planes de publicidad, mercadeo o relaciones públicas, sin embargo si no entrenas a tu gente en estos aspectos importantes de la vinculación emocional con el cliente, tendrás el siguiente resultado: los clientes irán a su negocios, tal vez compren esa primera vez pero no volverán y lo que es peor no harán buena referencia de tu negocio.
Como recomendación invierte más en la formación de la buena imagen personal de tus empleados que es invertir en la imagen corporativa de tu empresa. La corrección y las buenas maneras, los gestos y las expresiones, la manera de vestir, de combinar, de arreglarnos conforman nuestra carta de presentación. La esencia del éxito profesional se halla en armonizar lo que verdaderamente somos y lo que damos a entender con nuestra indumentaria, gestos y actitudes.