No basta con mostrar un producto al cliente sino que se debe saber cómo hacerlo. Una forma de lograrlo es el escaparatismo.
En el merchandising o mercadotecnia modernos se requiere más que desarrollar un producto bueno, con un precio adecuado y que esté al alcance de los clientes sino que la compañía se debe poder comunicar con ellos.
Hay varios objetivos del merchandising, los básicos son llamar la atención, dirigir al cliente al producto y hacer más simple la acción de compra. Una forma de hacerlo es la presentación de un escaparate.
La mejor manera para que hablen de nuestro negocio es lo que impacta. Para lograr un escaparate que llame la atención hay algunos consejos que se pueden seguir.
En primer lugar está la adaptación del espacio. Menos es más, se debe tomar en cuenta que el objeto forma parte del espacio que lo rodea por lo tanto este tiene que ser el más adecuado. Esto puede lograrse instalando rieles en el techo para colgar luces o elementos.
Además, se debe seleccionar el número de objetos que aparecen tras un escaparate. Estos causan más impacto cuando son impares. Si el local es elitista hay que enfatizar la decoración del producto y si es al contrario y se quiere destacar el precio entonces la prioridad es el artículo.
También, el color es un elemento importante en la decoración. Los colores monocromáticos son elegantes y muestran exclusividad mientras que la policromía transmite originalidad. Por otro lado, el color nos ayuda a asociar mentalmente con objetos o imágenes lo que nos permite mostrar más con menos recursos.
Por último está el uso de la luz, la cual es fundamental. Se debe valorar la luz tanto natural como la artificial. Las luces frías quedan bien con composiciones futuristas, mientras que las amarillas o anaranjadas crean un ambiente más cálido.