
El espacio de suelo del planeta afronta una creciente presión por usos agrícolas, ganaderos, la urbanización o la extracción de minerales.
La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), reunió a representantes de la Asamblea Mundial por el Suelo con el fin de aprobar diversos planes de acción para preservar los recursos del suelo y frenar la degradación, clave para la subsistencia de las generaciones futuras
'El suelo es la base de la producción de alimentos, piensos, combustible y fibra. Sin los suelos no podemos sostener la vida en la tierra y allí donde se pierde el suelo no puede ser renovado en el curso de una vida humana. El actual ritmo creciente de degradación del suelo amenaza la capacidad de las generaciones futuras para cubrir sus necesidades', explicó la directora general adjunta de la FAO, Helena Semedo.
Si bien algunas zonas de África y América del Sur ofrecen margen para de expansión de la agricultura, se espera que la población mundial supere los 9.000 millones de personas en 2050, lo que supone un aumento del 60% en la demanda de alimentos, piensos y fibras, lo que pondrá aún mayor presión sobre los recursos de la tierra, afirma el organismo de la ONU.
Por ejemplo, la gestión sostenible de los recursos del suelo puede tener un impacto positivo sobre el cambio climático a través de la retención de carbono y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, y también mitigando los procesos de desertificación. De esta manera se ve afectada una cuarta parte de la biodiversidad mundial como es el suelo.