
Con la crisis, se están dejando ver las carencias y virtudes de los jefes y altos mandos de las empresas.
Dicen que cuando las cosas se ponen feas, sale a la luz la verdad. Y eso mismo es, lo que según el biólogo y consultor empresarial Enrique de Mora ha afirmado recientemente en una de sus publicaciones, donde afirma que debido a la crisis, se les está 'viendo el plumero' a los malos jefes, y los buenos directivos demuestran su empatía y otras virtudes para ganarse al empleado y tenerlo contento.
Así, los llamados jefes tóxicos son puestos en evidencia con la recesión, pero también afloran las buenas prácticas, desarrollando actitudes de solidaridad y de generosidad, más empatía del jefe con los empleados ante la adversidad.
Como biólogo que es, de Mora ha recomendado a los directivos de su última ponencia en Lleida, que se fijen en el comportamiento de muchos animales, y apliquen éste a la realidad empresarial, entre ellos ser uno mismo sin pretender ser otro y afrontar los conflictos con la naturalidad con la que lo hacen ellos.
Siguiendo este paralelismo entre el mundo animal y el empresarial, también destacó que lo que hay que hacer en tiempos difíciles es dejar el egoísmo a un lado y mirar por el bien común, no son los más fuertes los que tienen más éxito sino los que más cooperan, los que consiguen alcanzarlo.
Motivar a los empleados, conseguir que den lo mejor de sí mismos y premiar su esfuerzo, son algunas de las técnicas que como bien indica de Mora más de una especie animal practica, y que deberían ser copiadas por los jefes con el fin de lograr un buen clima laboral y optimizar la productividad de sus plantillas.
Fuente: Europa Press.