Las nuevas profesionales abogan por medioambiente y atención social frente a puestos de ejecutivas agresivas en una multinacional. ¿A qué se debe esta inclinación? No te pierdas nuestro artículo.
Según los expertos en sociología y en empleo femenino, las mujeres demuestran una tendencia más favorable a trabajar en algo relacionado con el medio ambiente o con la atención social.
A lo largo y ancho del mundo, se crean nuevas empresas -grandes y pequeñas- que crean puestos de trabajo relacionados con estas dos áreas. No es algo nuevo; muchas de las marcas más relevantes del mercado comenzaron a raíz de una mujer visionaria que supo ver más allá de la oportunidad y crear algo que beneficiase a la población a nivel económico y por tanto mejorando el bienestar social, siendo respetuosos al mismo tiempo con el entorno. Así, empresas tan famosas como The Body Shop, Green and Blacks o People Tree surgieron para hacer la vida más fácil al cliente.
¿Qué les llevó a iniciarse en esta aventura? quizá, la flexibilidad de poder desempeñarse profesionalmente, sin alejarse demasiado de casa, en el caso de países como Trinidad y Tobago o Ruanda, manteniendo el rol tradicional asociado a la mujer, de cuidado de los demás. Por lo general, la mujer tolera mejor la coexistencia de otros egos, y es más flexible y abierta a aceptar nuevas ideas. El mismo estudio que se llevó a cabo en África, también demostró que las mujeres emprendedoras son más proclives a ofrecer productos o servicios innovadores. Por ejemplo, la empresa británica Davenport fue la primera empresa que ofreció energía eléctrica procedente de fuentes renovables en Gran Bretaña hace ya la friolera de 10 años. La creadora de la empresa aún hoy no tiene inconveniente de sentarse a escuchar y discutir nuevas ideas que consigan mejorar la calidad de vida de sus clientes y también de su equipo. Si se tienen diferentes opiniones y diferentes especialistas que pongan de manifiesto sus ideas, se tomarán mejores decisiones y se llegará a nuevos mercados a través de la creación de nuevas oportunidades.
Por lo general, las mujeres suelen ser más prudentes a la hora de tomar decisiones, por lo que es más factible que una empresa dirigida por una mujer tenga menos posibilidades de fracaso o de correr riesgos innecesarios, estudiando al máximo los pros y contras de tomar una decisión, mientras que los hombres en ese sentido suelen considerarse como más impulsivos.
El entorno y el impacto que el ser humano causa sobre la naturaleza, es algo que también preocupa más a las mujeres; quizá por la tendencia a pensar en las generaciones futuras, o por simple instinto de conservación de la especie, lo cierto es que suelen ser las mujeres las que más analizan los perjuicios de su actividad empresarial, y minimizan en la medida de lo posible, el impacto ambiental.
Una visión de negocio orgánica y circular y no lineal como en el caso masculino, son dos de los pilares por los que los negocios creados por mujeres se inclinan más por preservar el entorno y cuidar de los demás.