La crisis y la falta de motivación son dos de las razones principales por las que los alumnos cada vez dejan las aulas más temprano.
Según los expertos en formación, ya son seis las Comunidades Autónomas españolas que presentan una tasa de abandono escolar de más del 30%: Andalucía, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Murcia y La Rioja, además de en las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla. Este indicador mide la proporción de personas de entre 18 y 24 años que no se han titulado en FP ni Bachillerato ni siguen ningún tipo de formación.
Europa muestra una firme intención de reducir dicha tasa de abandono escolar hasta el 10 % en 2020 y España hasta el 15 %, aunque hay dos autonomías que están ya por debajo de este nivel: Navarra (12 %) y País Vasco (13%), según datos de 2011 de la encuesta de población activa publicados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Uno de los motivos principales de este abandono se debe fundamentalmente a la situación económica desfavorable que viven estas regiones, especialmente en el caso de Andalucía. Según algunas interpretaciones, la crisis económica hace que el sistema educativo retenga a más alumnos y recupere a otros con formación escasa que dejaron los libros durante la bonanza económica atraídos por un mercado laboral que animaban la construcción y el turismo. Debido a este cambio, ha aumentado considerablemente las matrículas en titulaciones de Formación Profesional, con un claro enfoque práctico para preparar a los alumnos para incorporarse al mercado laboral.
¿Y para los que hayan abandonado los estudios?
Pues para ellos, se están tomando medidas bastante controvertidas como es el caso de Extremadura, donde el gobierno regional, liderado por el popular José Antonio Monago, financia con cuatro millones de euros el programa que desarrolla Educación. Este programa dota a los jóvenes que no tienen formación con una cuantía económica para que continuen estudiando.' La iniciativa recibió el apoyo del ministro de Educación, José Ignacio Wert, que, en una visita a Extremadura consideró que esta medida contribuye a mejorar la “inserción de los jóvenes” y la “inclusión social”.